AUMENTANDO MI VALOR
La respuesta parece sencilla, pero involucra mucha interiorización. Normalmente vemos como meta o fin “ganar más dinero”; pero para que esto suceda de una forma sostenida y permanente, la meta debe cambiarse a “incrementar mi valor para así obtener más dinero”.
Pero ¿cómo aumento mi valor? Estas son algunas sugerencias, pero todas parten de una premisa que al final de esta sección la conocerás:
- Asistir a cursos, talleres, que me ayuden a desarrollar alguna habilidad o adquirir un conocimiento (sistemas CONTPAQI, idiomas, expresión oral, escrita, etc.)
- Continuar estudios oficiales si aún no los concreto (universidad, posgrados)
- Desarrollar la virtud del auto-conocimiento (nunca terminas, es un hábito)
- Leer continuamente libros que apoyen algo de lo anterior
- Evitar comentarios, pláticas, contenidos y “compañías” negativas o destructivas (¡!tienen más peso de lo que crees!!)
¡Todas las anteriores requieren INVERTIR EN MI MISMO! Ya sea dinero, tiempo o ambas. ¿qué tan acostumbrado estas?
El dinero no puede ser la excusa, hay oportunidades de ganar becas, trabajar y ahorrar, créditos educativos, recursos gratuitos, etc.
Enfocar y dedicar el tiempo parece ser lo más complejo, siempre atendemos a distractores que nos invitan a “postergar”, ya sea en tu círculo de amigos, familia, o en tu cabeza.
La realidad es que entre más se postergue más tardará en producirse el dinero, que es la consecuencia a tu aumento de valor.
En el mercado, en la sociedad, hay un sinfín de oportunidades, que están esperando a ser atendidas, se requiere personas de valor para atenderlas, con la virtud de la paciencia. Cuando la necesidad es atendida, se intercambia el dinero por esa atención.
Por lo tanto, cambia el enfoque, aumenta tu valor personal y profesional para poder obtener el dinero que buscas. Atendiendo tu valor de manera permanente, obtendrás el dinero de manera permanente y de manera creciente.
¿Y tú tienes excusas para no aumentar tu valor?
“Si viviéramos con la idea de que venimos a la vida a cumplir con un contrato divino no nos reservaríamos nada”
CPC Antonio Rodriguez, MBA, MEF
Director H.integro